Cuando una persona accede a un sitio web que tiene un certificado SSL/TLS caducado, aparece una advertencia que avisa que el sitio quizá ya no sea seguro. Si aparece esta advertencia, es aconsejable que los usuarios no continúen accediendo a este sitio web, ya que los datos que compartan pueden interceptarse. No le conviene que un cliente potencial reciba una advertencia así cuando visite su sitio web.

Por suerte, renovar un certificado SSL/TLS es fácil. Lo único que hace falta es planificarlo con un poco de antelación. Renovar el certificado puede llevar un par de semanas, dependiendo del nivel de certificado que se solicite (consulte el Capítulo 5 en “Website Threats for Dummies, A Wiley Brand” para los diferentes niveles), así que no deje la solicitud de renovación del certificado para el último momento.